Monday, May 08, 2006



AHORA, SI YO TE DIGO QUE SALI A UN CUMPLEAÑOS CUALQUIERA Y ME ENCONTRE CON UNA FIESTA DE DISFRACES.... POR LAS DUDAS LLEVO LA CAMARA


si afirmo que llevo amigas dignas de ser apuchuchadas tenganme fe que asi sera...


Si les cuento que salgo cualquier dia de copas con cronistas en ascenso, con productores fashion, condes y actualmente desocupados...tambien soy creible

si yo digo que frecuento productoras importantes y veo como se pelean con el queso de una pizza...me creen

El terrible dia despues

Kaia no durmió nada bien, sabia que roncaba y trataba de evitarlo durmiendo lo mas levemente posible. A las 7.30 despegó un ojo, vio a Ezequiel a su lado y casi se muere de la emoción, era un angelito y se reía dormido. No podía ser posible aquella imagen. Temió por su aliento, se levantó y se enjuagó la boca con un poco de dentífrico aplicado con los dedos y se volvió a la cama. ¿Lo abrazaría? No, a ver si se despierta. No pudo evitar la tentación, lo abrazó y lo beso así dormido como estaba.
Ezequiel se levantó a las siete de la mañana miró a un costado y estaba ella, roncando plácidamente. No podía creerlo, se acercó y la abrazó y así se quedó un rato. Olor a mujer, hacia mucho tiempo que no pasaba por esa experiencia. Cuando se quiso dar cuenta se quedó dormido y volvió a abrir un ojo cuando se sintió besado. Miró de soslayo el reloj, ya era las 7.45 el acto reflejo lo hizo preocuparse porque llegaría tarde. Cuando la besó se acordó que era el jefe, y si alguna ventaja puede tener es poder llegar tarde así que se relajó, hizo el amor una vez más y se fue a bañar.
Hicieron el amor por la mañana, como extrañaba el mañanero. Él se fue a bañar y ella se cambió en 3.5 segundos. Estaba nerviosa, no se acordaba cómo se hace la mañana después de una buena noche. El beso del otro día es lo peor, no se sabe si en la mejilla, o en la boca, siempre termina en el medio beso, ese que en la confusión toma la mitad de la boca y no se juega por uno o por otro. Pero ahora era distinto, se quería ir ¿Qué había hecho? Seguro estaba borracho, estaba llegando tarde al trabajo por su culpa, seguro que había sido una aventura de alguien tan precioso como él.
Cuando salió del baño Kaia ya estaba cambiada y con la cartera puesta. Él puso el agua para el mate mientras ella pasó al baño raudamente para arreglarse un poco. Salió sonriente, lo abrazó y no aceptó el mate. Estaba apurada por alguna razón, él se ofreció a llevarla pero ella no quiso, se ofreció a acompañarla a la parada del colectivo pero tampoco quiso. En la puerta se tomó el primer taxi que pasó. Quizá estaba arrepentida.
Nacho se levantó con una resaca asquerosa, no se acordaba ni cómo había llegado a la casa pero de algún lado le llegaba la noción de que la había pasado muy bien. Tomó toda el agua helada que pudo para apagar el fuego interno, recién era jueves. Trató de acordarse de que tenia que hacer, en media hora iba a tener una visita guiada, se baño con agua fría a ver si lo despabilaba y lo recomponía.
Se tomó dos aspirinas y algo para el estómago. Salió a tomar el subte y maldijo en varios idiomas, todos los del contingente que le tocaba ese día.
Odió su trabajo, odió a los turistas, odió Buenos Aires y en especial no haber aprendido que el champagne y el vio blanco no se llevan bien juntos en un mismo estómago.
Sonó el celular, Leo del otro lado de la línea. Le contó que lo había depositado en la casa y que esa misma noche lo iba a sacar a pasear
Nacho se negó, con su estado físico mental no llegaría lejos esa noche, solo pensaba en dormir. Después lo pensó mejor, su vida era de lo más aburrida, si hacían efecto las aspirinas iría por lo menos un rato. Ni preguntó a dónde, sencillamente dijo que sí sin oponer resistencia.
María estaba en la peluquería, esta vez se haría reflejos. La imagen del espejo era patética, la gorra de plástico con todos los mechoncitos saliendo, sin mencionar la crema de la limpieza de cutis que, verde, seguía en su cara.
Prefirió evitar verse ¡cuánto costaba tener una piel sana y envidiable! Se distrajo con las revistas del aparador que toda peluquería que se precie tiene a mano. Estaba hojeando la sección top cuando vio a Ezequiel en una foto. ¿Ezequiel? ¡¿Ezequiel en una revista de moda?! ¡¿Ezequiel tomando champagne de lo más sonriente con una mujer?! ¿Pero quién cuernos era ella?
María hacia mucho que no pensaba en su ex. Ella lo quería mucho y había estado muy enamorada. Recordaba con mucha felicidad su convivencia, cuando lo dejó se sintió culpable, sabía que lo estaba destruyendo.
Ella nunca actuó con maldad, cuando conoció a Gustavo fue un flash inmediato, una pasión que había perdido con Ezequiel. Gustavo era lo que María quería para su vida, lo pensó muchas veces. Ezequiel nunca sería lo que ella anhelaba a pesar de quererlo tanto, y fue por eso que no dudó en alejarse a pesar de todo. Creyó, y seguía creyendo, que era lo mejor para los dos.
Y ahora él estaba ahí, en la página de sociales con otra que no era ella y encima era la "famosa" que figuraba con nombre y apellido debajo. ¿Ezequiel había cambiado?
Recordó la sensación de celos absolutos que le producía la belleza de Ezequiel, tuvo una nostalgia de los buenos tiempos, y por sobre todas las cosas pensó en Ezequiel como uno piensa en las personas con el paso del tiempo. La memoria es traicionera, y uno recuerda las partes que quiere, recuerda con un plus de engaño que hizo de Ezequiel un santo, recordó un Ezequiel idealizado.