Monday, June 26, 2006

pateando el closet


¿Qué se hacia un domingo temprano? Leo se había olvidado por completo del olor de esa hora. Se le dio por ir a comprar facturas, mejor desayunar por ahí. Se compró el diario (acción que no realizaba desde una década atrás) y después de leerlo y terminar el café con leche se fue a caminar, era raro estar tan despierto y descansado. Caminó y pensaba cosas pero no había forma de esbozar una sonrisa, estaba aburrido.
Empezó a deprimirse cuando vio familias en las plazas, hacia más de un año que no pasaba por Paraná a ver a su familia, y nunca se había sentido culpable por eso. Esta vez le dieron ganas de ir ¿Por qué no? Se sentía estúpido extrañado a sus papis.
Era Ezequiel el que no quería llevar a Kaia a la casa de Banfield, ni osaba preguntárselo. Él la conocía, conocía su forma de pensar y seguramente no congeniaría con Papa Alberto.
Alberto venia de una familia muy humilde de Lomas al fondo. Sus padres (los abuelos que Ezequiel nunca conoció) hicieron todo lo posible para que siete hijos estudiaran. Alberto llegó a hacer segundo año de la secundaria pero a los quince tuvo que dejar los libros para ir a trabajar.
Trabajó toda su vida en changas hasta que conoció a un agente de viajes que lo contrató de cadete y lo apadrinó, le enseño todos los secretos del comercio turístico como si lo hiciera con un hijo, lo ayudó en consejos de la vida, lo alentó para que se reciba, y hasta le salió de garante del primer local de Alberto cuando se largó solo a trabajar del turismo.
Don Demetrio lo ayudó con cada crédito, lo apoyó en cada duda, le cedió sus contactos y así es que la empresa prosperó y Alberto no deja de agradecer a quien considera su padre del alma (el abuelo Demetrio que Ezequiel conoció).
Cuando prosperó el negocio Alberto conoció a Marta, una maestra del barrio que ejerció unos pocos años, hasta conocerlo a él que no dejó que su esposa se arruinara las manos trabajando cuando él podía mantenerla. Marta se dedicaría a los hijos que llegaron después del casamiento.
Con una buena posición económica gracias a buenos negocios, una intuición innata para las inversiones y todo el esfuerzo que pudo, mandó a sus hijos a los más prestigiosos colegios de Banfield, a los mejores clubes y facultades privadas para que pudieran rodearse de gente de bien y fueran cultos, lo que Papá Alberto nunca pudo llegar a ser.
La agencia los hizo viajar y Papá Alberto no escatimó en llevarlos a los museos, a las iglesias y los lugares históricos más importantes del mundo para que sus hijos aprendieran.
Papa Alberto siempre vivió con el miedo de perder todo y volver a su condición de pobre. Ese miedo tan grande creció en él transformado en odio. Odio a las clases bajas, odio a las minorías, desprecio por la ignorancia y profundo asco por todo lo que no fuera tradicional y moralmente cristiano, se convirtió en un hombre de bien, como Demetrio.
Kaia nunca podría aceptar una persona que piense así.


Kaia se levantó el domingo, prendió la compu, preparó el café negro, a los tres sorbos se prendió un Marlboro, abrió los diarios nacionales y el de España, chequeó los mails, abrió el messenger y encontró a Roy en línea
Kaia dice: ¿Qué haces? Hace mil que no te veo
Roy dice: Nos veremos el domingo calculo
Kaia dice: ¿Por qué? ¿El domingo que hay?
Roy dice: El cumpleaños de tu conyugue, papa frita
Kaia dice: No me dijo nada
Roy dice: Acabo de meter la gamba
Kaia dice: No, tarado, seguro que me dice
Roy dice: Mañana es el cumpleaños
Kaia dice: El muy guacho no me dijo ¿Qué hace el domingo?
Roy dice: Lo festeja en la casa de los viejos como todos los años. ¿Ya conociste a tus suegros?
Kaia dice: No
Roy dice: jajajaja como me voy a divertir el domingo entonces.

Leo vagabundeó por la ciudad unas horas, a la hora de almorzar pensó en Kaia, hacia mucho que no la veía sola, los últimos miércoles estaba acompañada por su Ezequiel, no se separaban nunca esos dos. Caminaba a dos cuadras de la casa y pensó en tocarle el timbre, así sin más, como en los viejos tiempos, caerle de sorpresa.
Por suerte la encontró. Almorzaron juntos y se pusieron al día como antes, hablaron de sus miedos y en especial Leo pudo hablar de su desconocida sensación de desgano. Kaia usó las técnicas, frases y consejos conocidos.
Bucay y Cohelo morirían de envidia si la hubiesen escuchado, dijo todas las estupideces que se le cruzaron por al cabeza para levantar el alicaído animo de su amigo. Entendió la depresión que asomaba, y desde ya apoyó la moción de que viajara a Paraná a encontrarse con los suyos.
Una vez bendecido el viaje, lo acompaño a Retiro a sacar los pasajes, a la casa a preparar el bolso y hasta lo despidió en el andén.


Era extraño estar un domingo en el centro, si lo pensaba bien era el primero. ¿Qué hacer un domingo en Buenos Aires a la tarde y despiertisimo? Lo primero que pensó fue en preguntarle a su líder espiritual, Leo. Lo llamó y no pudo dar con él, que no saliera los sábados era inusual, no encontrarlo un domingo era definitivamente extraño.
Al fin podía estar en la casa sin que Ezequiel lo fastidiara pero lo superó demasiado silencio, se sintió solo. Ese vacío le produjo miedo, pero últimamente todo lo asustaba y empezaba a acostumbrarse a un mundo desconocido.
Llamó al Trompi, con quien había salido la noche anterior, que le cortó enseguida porque estaba chateando. Le pasó el dato, Nacho se fue a un ciber y se metió en otra galaxia paralela y cibernética, el gaydar.
Hay una página donde tuvo que poner sus datos y responder un par de preguntas personales. Las delicias del anonimato de la net.
El primer paso fue llenar una ficha con el perfil, una serie de items con opciones. Empezó por lo que creía fácil el Item SOY a la tercer pregunta no se podía creer la cantidad de variables:
Había que completar: SOY/SOMOS (grupo de mujeres, grupo de hombres, hombre gay solo, pareja bisexual, etc.)
Item BUSCO (¿Qué podía poner? ¿Qué era lo que buscaba? Dentro de las opciones potables era obvio, sexo con uno, pero había varias variantes, sexo grupal, relación amistad, otras actividades.)
FECHA DE CUMPLEAÑOS, PROFESION, ALTURA: Hasta ahí todo bien.
Item TIPO DE CUERPO: (¿Lo qué? Opciones: medio definido, musculado jajajaj, musculado)
ESTILO DE ROPA (punk, skin, drag)
OJOS, RAZA, TAMAÑO DEL PENE (¿Qué tipo de pregunta era esa? Le sonó agresiva, se negó a responder)
FUERA DEL ARMARIO (si/no)
¿CIRCUNCIDADO? ¿VELLUDO?
ROL (pasivo, activo versátil. Pasivo versátil, entre otras opciones.)
¿FUMA? ¿DROGAS? ¿SEXO SEGURO?
ORIENTACION (por fin algo con una opción realista: curioso o mente abierta alguna de las dos cosas seguro que era)
Demasiadas preguntas que responder, que pensar y en especial que asumir. En casi todo puso la opción "prefiero no responder" pero lo cierto es que las dudas le quedaron picando. Así se pasó el domingo en el ciber chateando y, por primera vez, atreviéndose a ver las fotos triple X que le pasaban.
Se comunicó con algunos conocidos y otros que se presentaban, era increíble la cantidad de gente de todos los estilos que se juntaba ahí y que manera tan desinhibida de relacionarse. Dijo un montón de mentiras, se inventó a sí mismo mil veces, pero en algo coincidió a la hora del diálogo: A todos les dijo que estaba enamorado y por eso no quería tener nada con nadie, su amor en la ficción era Leo. Quizá no era tan imaginario.