Saturday, September 09, 2006

familias...


Leo no entendía nada, quizá era el premio por tanto empeño en seguir su conducta de la prohibición. ¿Qué había pasado que ahora Nacho le daba bola? De vuelta en las pistas le reencontró el gusto a vivir en capital, reunirse con sus pares, los nervios del estreno y las expectativas. Por si fuera poco la vida le daba un hermoso novio N-O-V-I-O con todas las letras y mayúsculas, por fin una pareja con quien compartir todo y salir por las calles de la mano codo a codo cantando "somos mucho más que dos".
El sueño de convertirse en Laura Ingalls se volvía real. Así lo sentía, hasta le dieron ganas de hornear masitas de avena. Abolió las salidas sociales para dedicarse a la obra, y por fin se pasaba los domingos tirado en la cama durmiendo en cucharita.
Kaia y Ezequiel cumplían 8 meses. Kaia lo tenia sumamente presente pero durante todo este tiempo no le dijo nada. Dado que nunca había tenido un novio formalmente en su adolescencia tampoco había festejado cumplemeses con ositos y tarjetitas de snoopy. Hacerlo ahora le parecía una payasada. Se sentiría ridícula.
Ezequiel había tenido sus novias quinceañeras y transó en las esquinas. Ezequiel sí había regalado y recibido muñecos de peluche y ella no. Se moría de ganas pero no se iba a descubrir tamaño hueco en su biografía.
A Ezequiel se le había pasado por alto el aniversario pero en una reunión le recordaron la fecha de inauguración del hotel "Too Much" y que ya habían pasado ocho meses. Salió de la agencia, se detuvo en un kiosco donde compró el mismo chocolate que le había regalado aquella vez que la besó y compró dos anillos de cotillón de plástico berreta naranja fluorescente.
Esperó a Kaia como habían acordado, prendió unas velas y armó una cena romántica. Con el postre le entregó el regalo.
Kaia casi muere de la emoción y más la enterneció el hecho de que se le ocurriera hacer un regalo en chiste, justo él, que no se le cae una espontaneidad ni por casualidad.
Después de un buen vino tinto, gentileza de un viñedo muy exclusivo, se fueron a acostar.
Dos horas más tarde Ezequiel no dormía. Kaia se dio cuenta

¿Qué te pasa?
Me duele la muela
Anda al dentista
Ni loco
¿Tenés miedo?
Terror
Sos un nene

Tomate unos antibióticos y en una semana vas al dentista
¿Para qué antibióticos? Me duele
Si te duele es porque tenes infección, si vas al dentista ahora no te puede hacer nada, te tomás los antibióticos, se te va la infección, vas en una semana al odontólogo y te hacen un conducto si está muy cerca del nervio y ya.
¿Torno?
Si, obvio
No, prefiero que me duela
Tenés miedo en serio
Pánico, no voy hace años.
Sos un tarado entonces, no te puede doler siempre, yo te acompaño
Y vos ¿De dónde sabés tanto?
Tengo el record guiness de horas dentista

Se levantó, fue a su cartera y sacó un calmante y llamó por teléfono a una farmacia 24 horas para que le trajeran un antibiótico.
Ezequiel no lo podía creer, ¿Cómo tenía esas cosas en su cartera?
Le preparó un té, y esperó la entrega, lo obligó a tomar la pastilla.
- me duele igual, me duele más
- La cosa es así: los bichitos malos bióticos están peleando con tus defensas, en la pastilla van como en un colectivo los bichos buenos anti bióticos. Todavía están luchando, cuando llegue la combi de antibióticos vas a ver que te calma.
Dura ocho horas, a partir de las siete horas vas a sentir que te empieza a doler un poquito porque los bichos buenos están cansados y ahí le mandas otro ejercito de bichos buenos en la pastilla. Ahora que lo entendiste tomate el té, respira hondo y calmate
Ezequiel tuvo ganas de comérsela a besos, le inspiró una ternura total que le hablara así. Por primera vez se imaginó a una mujer madre. Y quiso que fuera ella.

Ahora cuando te calmes te vas a dormir y cuando tomas la próxima llamas a tu trabajo y avisas que faltas.
No puedo, tengo una reunión
Sos el dueño querido
Con más razón
No vas nada y punto, no se hable más.

Kaia prendió la tele, haciendo tiempo a que lleguen de la farmacia. Sábado a la noche, pasó por el canal del show creativo, Ezequiel pidió que lo dejara
- Sos lo menos, no podés ver el show creativo
- Lo miraba todos los sábados hasta que apareciste vos y me obligas a salir.
En el programa había un concurso de jingles muy malo, no había un solo participante que acertara una nota musical. Kaia y Ezequiel improvisaron una coreografía en la cama que coreaban junto con la tele "agua mineraaaaaaaal Camino de Guilloooooooon" No podían parar de reírse.

Nacho acompañaba a Leo a todos los ensayos de la obra y por lo general se iban a festejar bailando o tomando algo por ahí. Para Nacho se seguían abriendo las puertas a un mundo desconocido, el de discos en sótanos, el de bares nuevos, el de teatros under. Las fiestas de disfraces. La primera fiesta no tenia idea que ponerse y apareció con un sombrero, cuando se dio cuenta de la cantidad de producción que había en el salón, disfraces super preparados con meses de dedicación.
Le prestaron una peluca y se sintió incómodo, si su padre viera en lo que estaba convertido. Con el tiempo se fue acostumbrando a soltarse un poco, más que nada por las ganas de besar a Leo que reía a los gritos y se saludaba a los saltitos con todos, cuando salía.
Por mas que lo intentaba no podía actuar naturalmente, se ayudaba con unas copas animosas y después se relajaba hasta perderse por algún rincón con Leo que lo presentaba orgulloso ante las miradas envidiosas de los presentes.
"Mirá el caramelo que me estoy comiendo" decía agrandado.