Thursday, March 22, 2007

mensajes

Para la tia ... para continuar espero que esten todos enterados que el cumpleaños se festeja el fin de semana del 31 de marzo - 1 de abril.
Sin mas saludos y estoy muy emocionada al anunciar que pupupuup se va de viaje a las europas con Carol (una pegada de chica). Esperamos que la pasen bomba-

pateando el closet

Nacho nunca veía el partido, jamas le interesó el fútbol. Esos eran los momentos donde se juntaba con los amigos, o cuando se ponía al día con la madre de los desastres familiares. Esta vez Nacho no hablaba y a la madre se le encendió el alerta máxima. Marta y Nacho se entendían mucho, Marta era por demás divertida y es misma era la herencia que le había quedado al menor. Se entendían con un guiño, con humor ácido por lo bajo, con ironía y especialmente poniéndoles apodos a la gente, su especialidad. Pero esta vez había algo que no cerraba, una tristeza enorme en el hijo que no comprendía, donde se quedaba afuera. Marta tejía mientras hablaba de los vecinos. Nacho tenia la cabeza por cualquier lado, no podía centrarse en una idea en particular.

- La tía Celia no sabés como esta con el bebe de Alfredo, el otro día tuvo una pelotera con la nuera porque le compró un cochecito verde loro, (a ella sola se le ocurre, seguramente para hacer juego con la nariz de loro) y la carancha de la nuera no tuvo mejor idea que convencer al marido para que le compre otro de otro color así que tienen dos changuitos y una pelea que casi llega a lo legal sobre al tenencia del crío. Igual ella esta contenta, la tenés que ver se le cae la baba a la cacatúa. La beba es divina, la verdad es que salió igualita a él por suerte sino imaginate un bebe con esa nariz de gancho. A ver cuando me vas a traer un nietito vos... si vamos a esperar a tu hermano...

Nacho no prestó atención a casi nada del monólogo materno pero la ultima frase sí la escuchó. La pregunta del millón, estaba harto de la pregunta del millón, “¿y vos para cuando?” ¿Para cuando iba a ser feliz él? Él era feliz hasta hacia un par de horas, pero lo habían largado, nunca seria feliz, nunca seria feliz después que lo habían dejado, le habían roto el corazón y no creía volver a recuperarlo.
- nunca má
- Nunca ¿Qué?
- Nunca te voy a dar un nietito

Marta ya lo sabia, esa cara era digna de un mal de amores así como las risas de los meses anteriores pero, ¿Quién era ella? ¿Por qué no la había traído nunca?

- no te pongas trágico, sos joven todavía podes encontrar alguna que me quiera hacer feliz con un bebe, un pequeño Nachito, espero que sea menos inquieto que vos.
- No entendes mamá, no voy a tener hijos, acostumbrate a la idea
- Pero ¿Por qué, tenés algún problema que no me contaste?
Marta se preocupo, nunca se le ocurrió que sus hijos fueran estériles.

- no me voy a casar nunca con una mujer
- porque una chica te rompa el corazón no implica que te hagas cura, ya se te va a pasar
Nacho estaba sumamente deprimido y no quería dar explicaciones con mentiras que después ocultar, nacho nunca mentía y quería cortar con la conversación urgentemente. ¿Qué podía perder? Ya había perdido todo, lo había perdido a Leo.

- me gustan los chicos, má

Un balde de agua con un kilo de cubitos, un chaparrón y una ola del tsunami cayeron en la cabeza de Marta. No pudo articular palabra. Se lo quedó mirando sin entender, sin querer entender. Trato de decir algo pero no le salió. Se levantó, dejó las agujas a un costado y encaminó a la puerta de calle, necesitaba aire.

Kaia llegó a Francia, nadie la esperaba, fue directo al departamento que le habían prestado, nada de pensiones universitarias “ya estoy grande y burguesa” se dijo. El departamento era muy cómodo, de dos ambientes y por sobre todas las cosas cálido y muy limpio. Lo primero que hizo fue llorar mientras acomodaba la ropa, en algún momento fantaseo con estrenarlo con los besos con Ezequiel, por eso se procuró que hubiera una cama doble plaza en la habitación que ahora le quedaría muy grande. Después se bañó, y fue a buscar un supermercado o algo parecido para llenar la alacena, llorar era muy desgastante y necesitaría alguna forma de saciar su angustia oral que no fuera con cigarrillos. Si engordaba no le importaba, total ¿Para qué? Ahora no le iba a molestar en lo absoluto y aparte tenía muy resuelto seguir gastando energías llorando cosa que hizo una semana seguida.

Ezequiel había perdido las ganas, las ganas y la fe. Se le había volado a Europa su sueño de ser feliz. Ya no le causó gracia cocinar para uno solo, cada vez que ponía un compacto la recordaba en alguna escena en la casa, la cama le quedaba grande y fría, la primer mañana apenas escuchó el despertador lo apagó, como hacia antes, hasta que cayó en la cuenta que ese despertador podía seguir sonando sin que despertaba a nadie más que a él. A las cinco en punto de la tarde no gritaba más el teléfono de la oficina, se dio una ducha y en el baño encontró el desodorante de ella. Perdió el sentido abrir el messenger, los sábados a la noche volvió al cable y las películas malas. Los miércoles sin cine, los domingos sin ferias.
Nacho llegó a la casa y Estaba Ezequiel mirando la tele, hacia siglos que no veía la escena del hermano aburrido. Trató de hacer memoria desde cuanto tiempo hacia, hacia mas de un año, desde la llegada de Kaia. Creyó que socializar podía ayudarlo.
- Con esa cara, si es una comedia es bastante mala.
- Metete en tus cosas, gracias
- Yo decía nada más, ¡Qué mal humor! ¿Te vino la regla? ¿No conseguiste toallitas con alitas que estás así?
- Dejáme en paz

Sonó un portazo cuando Ezequiel se encerró en la pieza a llorar.
Nacho tenia demasiados problemas como para andar preocupándose por el hermano. Había conseguido por lo menos que no le ocuparan el tele, trató de ver algún capitulo grabado de Girlmore girls a ver si le levantaba en al ánimo pero las conversación seguía girando en su cabeza. Se olvidó de apagar la tele y se encerró en su pieza, a llorar.