Monday, May 15, 2006

aprendizajes varios

Kaia y Ezequiel pasaron cuatro días sin tener novedades el uno con el otro, en realidad ninguno de los dos fue capaz de llamarse por miedo.Lunes, Kaia se levantó a las nueve, él no había llamado en todo el fin de semana, era así, todo se había roto seguramente, seguro que él estaba borracho, que después se dio cuenta y se quiso matar. Bueno, había estado bueno, en fin, la vida volvía a ser más de lo mismo. Prendió la compu, puso el café, sacó los cigarrillos de la mesa de luz. Abrió los diarios nacionales, el de España y abrió el messenger, él estaba ahí, preguntando si podía ser aceptado.¿Cómo actuar? Aceptó y chatearon, hablaron como si nada hubiera pasado, comentaron de la vida en general, de Leo, de Nacho pero sin menciones al pasado. Repasaron el fin de semana (él no había hecho nada el sábado y el domingo había ido a la casa de sus padres en Banfield).Quedaron en ir el miércoles al cine con los otros dos, como si tal cosa.Chatearon también el martes y el miércoles hasta acordar a que cine irían, pero de la noche de la semana anterior, mutis.


Lección uno: phono barLeo quedó con Nacho en ir a un lugar de esos que tienen mesas con teléfonos que se comunican entre sí. Nacho llegó temprano, solo cinco personas había ahí adentro así que decidió sentarse y pedirse una cerveza (no hay nada mejor para una resaca que seguir tomando).Mientras esperaba sonó el teléfono de su mesa ¿Debía atender? ¿Cómo era esto? ¿Qué hacia ahí?Atendió, el joven de la mesa 5 le hablaba, Nacho miró alrededor, las luces eran bajas y había tres con el teléfono en la mano, ¿Quién le estaría hablando? Hizo una vista rápida por el salón y descubrió al de la mesa 5 que le hacia señas con la cabeza “soy yo”.Estuvo hablando unos minutos, el nombre, la edad etc. y no había transcurrido la cuarta pregunta de rigor cuando este joven le hizo propuestas de los mas insolentes. Nacho colgó de golpe en un acto reflejo, no sabia que hacia ahí pero sabia bien que no quería estar ahí, llamó al mozo para pagarle y ya se estaba yendo horrorizado cuando entró Leo.
- ¿Adónde te vas?- Pensé que no venias (mintió)- Ya llegué, sentáte ¿Querés?
Nacho se sintió protegido, Estaba con Leo que entendía estos códigos y lo salvaría de los sátiros telefónicos. Llegaron unos amigos más que lo reconocieron de la fiesta de cumpleaños, se tomó la cerveza, se relajó y transcurrió la noche, mintió por teléfono y descubrió el maravilloso placer de poder inventarse personalidades con desconocidos.


Al miércoles siguiente fueron los cuatro al cine a ver “Memento”. Después fueron al departamento a cenar, qué alivio, no habían cambiado las cosas entre Kaia y Ezequiel, estaban en su orden y la noche pasional no había arruinado todo. Leo y Nacho se acomodaron en el sofá cama a ver un capítulo de Girlmore girls repetido y ellos se quedaron solos hablando pavadas intrascendentes en la cocina mientras se hacia el café. Evitaron lo más que pudieron el tema. Kaia lo miraba reírse, era francamente hermoso. ¿Por qué todo siempre le salía mal? ¿Cómo se revertía la situación? ¿Cómo hacia para que le dé bola? Debería conformarse, como siempre, no estaba en su destino ser feliz. Ezequiel se reía, se sentía como nunca, ¿Qué le había pasado a ella? ¿Por qué era tan tímido? ¿Por qué no se atrevía a besarla como quería? Seria su karma, las mujeres lo dejaban. Esperaría el momento, alguno, para acercarse.Ezequiel tomó una taza y se la dio dando paso al roce de los dedos, dedos que se quedó acariciando un rato más y que ella, complacida, correspondió. Los latidos de ambos aumentaron en un 70 por ciento, se abrazaron y él le susurró al oído
- la pase infinitamente bien - Yo también- ¿Te quedás conmigo?- Sí
Kaia, astutamente traía consigo, esta vez, el cepillo de dientes de cartera. En algún punto no perdía las esperanzas de que algún milagro así pudiera suceder.


Kaia y Ezequiel estaban en la cocina hablando de algo muy entretenidamente mientras Leo y Nacho terminaban de ver tele. Una vez terminado Leo tuvo ganas de salir
- ¿Salimos?- ¿De nuevo?- Si, estos dos ya están a los mimos y en cualquier momento van a estar poblando la Patagonia, yo opino que escapemos ahora antes que sea tarde para lamentos.- ¿Adónde vamos a ir un miércoles a la una de la mañana?