Tuesday, March 07, 2006

segundas citas

Comieron la delicia que Ezequiel había cocinado. Kaia es una de esas personas que tienen el corazón muy cerca del estómago, cuanto más conquistes a uno más conquistas al otro. Ezequiel, sin querer, había dado con el método indicado.
Nacho y leo se dispusieron a jugar a la canasta mientras ellos siguieron con el café y la sobremesa hasta las dos de la mañana. Hablaron de libros, de discos y de cine. Ezequiel le prestó "terapias" la novela de Loch con la firme promesa de que se lo devolviera.
Dieron por concluida la velada y taza taza, cada uno a su casa.
Ezequiel se levantó a las 7 de la mañana, abrió la ducha dormido, puso la pava, se puso la camisa, hizo la cama, se puso el pantalón, la corbata y todo lo demás y salió al garage a buscar la moto. Se calzó el casco con el pelo mojado y llegó a la oficina 20 minutos después.
Así se develaba el misterio del eterno pelo enmarañado. Entró a la oficina después de mascullar un "buñdio" que quiere decir Buen día cualquier día a las ocho de la mañana con sueño. Estaba contento, por fin pasaba algo en su monótona vida.
Kaia Se levantó a las 12 del mediodía, ameritaba levantarse al mediodía después de haberse acostado a las 4 de la mañana la noche anterior. Las 8 horas de sueño son sagradas.
Puso la cafetera, prendió la compu y se metió en el baño a lavarse los dientes. Prendió el cigarrillo numero uno. Abrió la bandeja de mails. Ahí estaba, el de Francia. Miles de hormigas treparon al estómago de Kaia, sintió que las piernas le temblaban.
Lo abrió no sin antes rezar un padre nuestro y la oración a Santo expedito, el santo de las causas justas y urgentes. El mensaje anunciaba que ya habían entregado la beca americana a una colombiana y que quedaba abierta la inscripción y las solicitudes del año entrante.
"No me vas a ganar" apuró al monitor y volvió a mandar la solicitud que ya tenia completa desde hacia tres años, presionó ENTER y se pudo a llorar desconsoladamente mojando el teclado.
Si la mismísima Kaia le dijo que pintara era para considerarlo. El efecto Eminencia había surgido su efecto y Nacho había resuelto hacer la escenografía. Así es que Leo y Nacho se juntaban a las tardes para ver como iban a plasmar el concepto en arte visual y blablabla.
Las tardes de charla eran la actividad perfecta para olvidarse de los gringos, de los baches de Buenos Aires, de la historia del cabildo y el museo de la casa rosada que había recorrido miles de veces.
Hacer city tours tenia su parte divertida, en principio que podía variar el itinerario según sus gustos y descubrimientos y en especial cuando se dedicaba a los museos y las galerías de arte donde estaba al día con las muestras, inclusive la de Kaia.
Estaba más avispado dando las guías, era muy entrador Nacho y cuando estaba de buen humor brillaba. Terminaba rápido y corría al teatro donde tenia montado el attelier para hacer la escenografía.
Leo por su parte estaba encantadisimo de tener a Nacho tantas horas por día sin levantar sospechas.

Pasó la semana, como tantas otras semanas y por más que se esforzó no encontró algún motivo válido para llamar a Kaia de vuelta. Trató de sacarle información al hermano pero ahora que estaba pintando no lo veía casi nunca y cuando se cruzaban tampoco encontraba manera de preguntarle por ella, lo más probable es que Nacho hubiera sido encantado por su hechizo, quizá hasta pintaban juntos.
Kaia había agregado algo a su rutina matinal, café, cigarrillo #1 después del tercer sorbo, internet, diarios nacionales y extranjeros, mail y el libro "terapias". Tanto así que en cuatro días lo terminó.
Otro miércoles llegó y volvieron los miércoles de cines. Kaia y Leo fueron a la peatonal pero esta vez no consiguieron entradas así que pasaron al bar antes para hacer tiempo.
- y, ¿Qué te pareció Nacho?
hetero
no lo conoces lo suficiente
puede ser... ¿Aceptó ser el escenógrafo?
si, ahora me acuerdo porque siempre te amé.
Las estrellas somos así...
Che, ¿y si lo invitamos al cine? ¿Querés?
¿Y yo voy a estar sosteniendo la vela? Ni loca
Buenisimo traemos al hermano, ahí quería llegar.
¿Cómo me ves de concuñada?
Divina

Nacho seguía la serie "girlmore girls" con devoción. Ezequiel llegó y lo encontró tirado en el sofá cama, esta vez no le causó odio sino más bien asombro dado que la última semana casi no había pisado el departamento y se la pasaba en el attelier.
¿Qué hacés?
Bailo ula ula
¿Que hacés acá, pescado? Hace una semana que no te veo
Estoy haciendo la escenografía pero la serie no me la pierdo por nada del universo.
Riiiiiiiiiing
Nacho estiró la mano y levantó el auricular
Aja .. donde... bueno ... en 15.
A Ezequiel le intrigó el código en que habló
¿Quién era?
Leo, que esta con Kaia en el cine y nos están esperando, en quince minutos tenemos que estar ahí.
Ezequiel fue entendiendo que había algo más importante que el propio universo para que Nacho deje su serie: Kaia.
No quiso ir para ver como el galán macanudo del hermano enamoraba a su chica, pero no tuvo argumentos suficientes para negarse sin que Nacho se los rebatiera todos y así como había llegado, sacó la moto de vuelta y se fueron al cine.

Kaia no podía creer lo que había oído.
¡Sos un troglodita!
Vos dejame a mí
¡Me tiraste en la parrilla!
Solamente le dije la verdad "Trae a tu hermano o a esta chica le da un ataque de nervios y nos apuñala mientras dormimos"
¡Salvaje!
Vas a ver que viene con el hermano
Me voy a morir de la vergüenza
Quedate tranquila que le pedí reservas.
Te odio.
La moto se detuvo enfrente al bar, Ezequiel estacionó, bajó, y Kaia pudo verlo en cámara lenta, se sacaba el casco, agitaba la cabeza acomodándose el pelo con el casco en la mano, el sol de la tarde a contraluz y ¡de traje! Si hubiese podido le pedía que la lleve en moto al primer registro civil y lo hacia firmar ahí mismo.
Nacho bajó de la moto, Leo pudo verlo en cámara lenta, la suspención de la moto, como bajó y se acomodó el tiro del pantalón, la luz de la tarde a contraluz. Kaia y Leo se miraron y dijeron al unísono
- ¡¡¡GUAUUUUUUUUU!!!

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