Sunday, December 21, 2008

Publicable y publicado

No todo ha sido tan casi, y a pesar de haber reprobado al materia que veré en marzo, el profesor publico esta nota en el diario perfil

Conflicto armado en Colombia
La guerrilla con ojos de niño

Los combates entre la extrema derecha paramilitar y la extrema izquierda de las FARC desde hace más de cuatro décadas implica, por lo menos, dos generaciones enteras marcadas por los efectos de una lucha armada.
Los niños colombianos viven a su modo los peligros y efectos colaterales del conflicto: movilizaciones internas, perdida de familiares, secuestros, abusos, amenazas, la tentación de sumarse a las filas de cualquiera de los frentes, la desmovilización y la reinserción.
El primer problema con el que se encuentran las familias en los poblados de Colombia es el desplazamiento de sus lugares de origen en cuanto la guerrilla o el paramilitarismo toma un pueblo, se adueña de las propiedades, pide rescate por las mismas o las saquean.
"Todos los actores provocan estos desplazamientos. Cuando militarizan una zona, por ordenes paramilitares van a una casa y les dicen ‘se van esta noche’. Si no se han ido van con lista en mano, los sacan y los matan. Cuando hay una zona de combate donde el ejército persigue a la guerrilla, salen las balas para todos lados, todas las noches, entonces está el temor al fuego cruzado. Otro gran problema es el de las minas personales. Hay zonas donde la guerrilla pone minas alrededor de escuelas, por kilómetros y los lugareños se van por ese peligro" explica Alexandra Farfan, de la Agencia colombiana de Periodismo Amigo de los Derechos de la Infancia.
La reclusión de niños menores de 18 años, como marcan las leyes internacionales como edad mínima para la participación en conflictos armados, en su gran mayoría es voluntaria a partir de charlas: "El que me convidó fue Escalante, un comandante, un reemplazante del frente. Me dijo ‘Allá te pagamos todo’. Fue una de esas reuniones que se dan en las veredas", cuenta el libro Aprenderás a no llorar, un compilado de historias de niños desvinculados editado por el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en 2004.
La promesa de pago en pueblos extremadamente pobres parece ser el gran motivo que los convoca: "(Los paramilitares) tienen manes que reclutan, manes que hablan con uno ‘Necesitamos unas gentes para traer con nosotros, se gana tanto, tanto’. Entonces uno le dice al man que sí y el man le da plata delante de uno, y le dice a uno ‘tal dia lo recojo o mañana por ti a tal hora’ y uno tienen que estar ahí o sino lo chamuscan", deja testimonio el mismo libro.
"Cómo la misma gente que recluta está en los pueblos, las posibilidades de retorno son complejas" explica Soledad Herrero Lamo de Espinosa, Oficial encargada de la Oficina de Protección Infantil de UNICEF Colombia. "Cómo los programas de ayuda a los niños desvinculados son voluntarios muchos se volaban porque querían ver a sus familias y perdían los derechos que les daba el Estado. Ahora se implementa el hogar tutor, tratando que vivan en familias y dentro de lo posible con la suya. El problema es que muchas veces es la familia el factor expulsor, asi es que se estudia y si hay situaciones de abuso, por ejemplo, es mejor que no regresen. Lo que vale es la opinión del niño, ellos son los únicos que verdaderamente conocen el funcionamiento del ejército, por lo que vieron, por lo que escuchan en los pueblos y saben si pueden volver o no".
Cuando los niños pierden familiares a manos de las FARC, el ejército o el paramilitarismo, el conflicto se agrava y se reproduce de generación en generación. Es esta misma ira también la que los lleva a tomar partido en cualquiera de las posiciones.
"El reclutamiento voluntario de menores de edad oculta presiones generadas por la situación pobreza, motivaciones de venganza o el temor de recibir agresiones por parte de las organizaciones armadas" escribe César Grajales en El dolor oculto de la infancia. "Entre las motivaciones en niños varones están las armas y la venganza. Se alistan con los paramilitares porque la guerrilla mató a sus padres, ni siquiera sabe por qué, ni quienes exactamente, pero es la única forma de superarlo" aclara Farfan.



Recuadro. La biblioteca y la recuperación de la memoria
Los niños desplazados por el conflicto armado en Colombia han perdido sus lugares de pertenencia, a veces parte de su familia, la escolaridad regular, la cultura de sus pueblos originarios. La Universidad Lasalle de Bogotá preocupada ente esta problemática, resolvió poner en práctica algunos programas: "Las bibliotecas públicas y las escuelas de bibliotecología van hacia ellos. Identifican donde se encuentran esos desplazados, identifican su situación, las edades y dan talleres para niños con sus madres. Como todo plan de lectura busca la promoción del libro, pero una vez allí pueden hacer un seguimiento" cuenta la bibliotecaria Karen Chavez, docente de la Universidad Lasalle. "Después van a temas más específicos de su interés, el campo, la agricultura, la familia - que es lo que perdieron – tratan de recuperar las tradiciones de sus lugares de origen, si hay tradición oral se respeta y las historias de sus pueblos para que no pierdan lo que les pertenece"

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